La Culpa

Nos rodea
nos abraza y ahoga
y nos susurra

fuisteis...

Fuisteis las culpables
de traer el pecado a la tierra,
fuisteis las culpables
del primer llanto te vuestro hijo,
del primer catarro,
del primer suspenso,
del primer cigarro.

¿Cómo he podido hacerle esto?
¿Cómo he podido ser tan mala madre?

Noticias de última hora,
no lo fuiste.

La Culpa ahoga a la mujer
desde el momento en el que nace.

Y este no es un verso
es un hecho.

Cómo librarnos de esta sensación
de agonía continua
si continuamente se nos acusa
de provocar a hombres por la calle
y sus consecuencias,
de no cuidar bien de los hijos,
sin tener en cuenta al padre,
de las infidelidades,
por falta de ganas o todo lo contrario,
de no tener tiempo para disfrutar
y ni si quiera sabemos qué nos hace felices..
.
Porque La Culpa nos invade como veneno,
nos devora el alma, nos quita tiempo,
tiempo que ofrecemos a todos como
penitencia por algo que no ha pasado,
pero mejor que no pase,
porque sino... volverá nuestra Culpa

y con ella, su abrazo de sistema-veneno
corriendo corazón a través
hacia ti
mujer.